El almuerzo, organizado por la DO Arlanza en Barcelona, ha rendido homenaje a una comarca, a unos vinos y a una rica gastronomía.
Ramiro García Arnaiz, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arlanza, ha dado voz a unas bodegas y a unos vinos que tienen mucho que decir.
La Denominación de Origen ARLANZA presenta en Barcelona una selección de sus vinos más representativos, cuyo origen hay que buscarlo en las uvas que crecen en parcelas de viñedos centenarios y que tienen mucho que contar. En el transcurso de un almuerzo celebrado hoy en El Asador de Aranda, el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arlanza, Ramiro García Arnaiz, ha explicado las características que diferencian y hacen especiales a la D.O. Arlanza y a sus vinos.
Vinos que tienen su origen en unos recónditos viñedos, marcados por la altitud donde se encuentran y por las condiciones extremas sobre las que se desarrolla y madura la uva con grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche. Sin ir más lejos, aquí diferentes variedades de uva que se cultivan en muchas comarcas vitivinícolas de nuestra geografía adquieren unas características particulares que diferencian a los vinos aquí elaborados y que no se encuentran en otras denominaciones de origen.
El almuerzo ha estado armonizado con seis vinos, representativos de esta denominación de origen: Aire Norte (blanco) de Bodegas Palacio de Lerma; Dominio de Manciles 2021 (rosado) de la Bodega Copaboca Arlanza; Colina Triste 2020 (tinto) de la Bodega Vinos Sinceros; Mamblas 2019 (tinto) de Bodega Viñedos de Altura; Gran Lerma 2016 (tinto) de Bodegas Lerma; y, por último, Nattan Reserva 2005 de Bodegas Buezo.
La Denominación de Origen Arlanza se encuentra al sur de la ciudad de Burgos y al este de la de Palencia, a lo largo de las provincias castellanas del mismo nombre, donde el río Arlanza surca tierras de viñas, sabinas, cereales y girasoles. Sus viñedos ocupan una extensión de más de 450 hectáreas y están situados entre los valles medio y alto del río Arlanza, la sierra de Covarrubias y los páramos del Cerrato. El Arlanza y sus numerosos afluentes marcan la vida de la comarca y sus recónditos viñedos, así como surcan parajes de riquísimo patrimonio cultural y natural.
Entre localidades como Covarrubias, Lerma o Santo Domingo de Silos, Torquemada, Santa María del Campo, Villarodrigo y Baltañás; y entre los ríos Arlanza y Arlanzón, se encuentran los viejos viñedos cultivados en vaso, escondidos, recónditos, casi secretos, envueltos entre bosques o campos de cerezos, lejos de carreteras y caminos. Viñedos donde se encuentra la esencia, el carácter y la peculiaridad de esta castellana denominación de origen.