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Paisaje típicamente balear: blanco y azul |
Con una más que envidiable climatología y un mar Mediterráneo que baña sus playas y costas, las Islas Baleares atesoran un patrimonio histórico y cultural que las convierte en un destino idóneo para experimentar en primera persona.
Dada su situación geográfica,Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera han visto llegar y asentarse en sus tierras a diferentes pueblos y moradores desde hace más de 2000 años.
Sin duda, estos elementos se funden con las múltiples muestras de artesanía que hunden sus raíces en esta tierra (cerámica, tejidos, especialmente la `roba de llengües ́, una típica tela mallorquina, el vidrio soplado y, por supuesto, las perlas de Manacor).
Otra de las señas de identidad es la cultura talayótica que va intrínsecamente ligada a Menorca. El talaiot, que da nombre a esta cultura, es una construcción de planta circular o cuadrada con forma de torre. A pesar de ser muchas las muestras talayóticas encontradas, los expertos aún desconocen si eran fortificaciones defensivas, monumentos funerarios, cuevas o simplemente habitáculos.
Otro de los vértices que conforman las islas es Ibiza. Cuenta con un rico patrimonio histórico y cultural en el que destaca el recinto amurallado de Dalt Vila, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999 al considerarlo la fortaleza costera mejor conservada del Mediterráneo. Las murallas, las casas señoriales, la iglesia de Santo Domingo o Casa de la Curia, la necrópolis del Puig des Molins, el Castillo o la Catedral son buena muestra de la encrucijada histórica que ha mantenido con el archipiélago.
Dicen que es el último paraíso del Mediterráneo y algo debe tener Formentera, a la que sólo se puede llegar por barco, sabiendo compatibilizar el turismo con el cuidado del medio ambiente -su pradera de posidonia es Patrimonio de la Humanidad desde 1999-.
Es cierto que no se ha excavado más que una pequeña parte de su patrimonio, pero parece ser que a finales del tercer milenio a.C. Formentera ya estaba habitada. Fruto del acontecer histórico son, por ejemplo, los yacimientos prehistóricos de Cap de Barbaria, el sepulcro megalítico de Ca na Costa o el castillo romano de Can Blai, las iglesias de Sant Francesc Xavier, la del Pilar de la Mola
Sea cual sea el motivo del viaje a las islas, -poseedoras de 8 estrellas Michelin-, hay un ingrediente que siempre debe acompañar al viajero y es su oferta culinaria. La variedad, la calidad, la tradición y la vanguardia son los pilares en los que se centra su cocina que ha sido herencia de tradiciones árabes, británicas o francesas. El Queso de Mahón, Aceite de Mallorca, Vinos Binissalem y Vinos Pla y Llevant o Aceitunas conviven con productos con el sello de Indicación Geográfica Protegida como la ensaimada, sobrasada y almendras.
SOBRE ISLAS BALEARES
El archipiélago balear es un destino para disfrutar durante los 365 días del año. Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera ofrecen al turista múltiples productos que complementan al turismo de sol y playa. Por eso, las Islas Baleares son sinónimo de vivir experiencias en primera persona gracias a su amplia oferta en cicloturismo, senderismo, golf, naturaleza y deportes náuticos que se completan y presentan para ser disfrutados por todo tipo de públicos.
Más información en www.illesbalears.es